Es un tipo de cáncer en la sangre y de la médula ósea que afecta a los linfoblastos, que son células inmaduras que se desarrollan en los linfocitos. Es más común en niños, aunque también se presenta en adultos.
CARACTERÌSTICAS PRINCIPALES
ORIGEN: Afecta las células progenitoras linfoides que dan lugar a los linfocitos (un tipo de glóbulo blanco que juega un papel crucial en el sistema inmunitario). Puede involucrar linfocitos B o T, siendo más común el tipo B.
SÌNTOMAS: Fatiga, fiebre, infecciones frecuentes, moretones o sangrado fácil, dolor en los huesos y articulaciones, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos.
DIAGNÒSTICO: Se realiza a través de exámenes de sangre: recuento anormal de glóbulos blancos (altos o bajos), disminución de plaquetas y glóbulos rojos., estudios de médula ósea como aspirado y biopsia: confirma la presencia de linfoblastos anormales, pruebas genéticas y otros estudios: punción lumbar (para detectar afectación del sistema nervioso central), estudios por imágenes, como radiografías o ultrasonidos, si hay afectación de órganos.
TRATAMIENTO: Incluye quimioterapia: El tratamiento de la LLA es intensivo y consta de varias fases:
Inducción a la remisión: Uso de quimioterapia para destruir las células leucémicas en la sangre y la médula ósea.
Consolidación o intensificación: Terapias adicionales para eliminar cualquier célula leucémica residual.
Mantenimiento: Quimioterapia a dosis más bajas durante meses o años para prevenir recaídas.
Terapia dirigida (en algunos casos): Uso de medicamentos específicos, como inhibidores de tirosina kinasa (por ejemplo, imatinib) en pacientes con anomalías genéticas específicas, en algunos casos radioterapia en casos donde hay afectación del sistema nervioso central. Y trasplante de médula ósea: puede ser necesario en casos de alto riesgo o recaídas.
PRONOSTICO: El pronóstico de la LLA ha mejorado significativamente en las últimas décadas gracias a los avances en el tratamiento. La tasa de supervivencia a cinco años puede ser alta, especialmente en niños, pero varía según la edad, el tipo específico de LLA y otros factores.
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